Auch Samen können reisen ...... z.B. von Wien an die Costa Brava, das sind immerhin
Warum ich darüber schreibe? Ganz einfach, ein Bloggerin und Tomatenliebhaberin aus Wien hat mir eine grosse Freude bereitet und mir Samen von der Ranktomate "Carnica" abgegeben. Aber nicht nur diese Sorte ging auf die lange Reise, sondern gleich noch eine ganze Reihe mehr aus ihrer eigenen Ernte. Im Blog von Margit „VOM WACHSEN UND WERDEN“ werden die von ihr erprobten Sorten sehr genau beschrieben, für Tomatenliebhaber, besonders für Anfänger wie mich, eine grosse Hilfe. Wer mehr über die von ihr angebauten Sorten wissen möchte, wird hier aufgeklärt:
http://wachsenundwerden.blogspot.com/search/label/Tomaten(sorten)
Margit’s „Packerl“ (ich liebe diese österreichischen Ausdrücke, erinnern sie mich doch an die Winterurlaube als Kind zusammen mit meinen Eltern in Österreich) kam ausgerechnet an dem Tag an, als wir Nina begraben haben. Trotz der Traurigkeit war der Moment, als ich es erwartungsvoll aufmachte, ein freudiges Ereignis. Als ich sah, wie liebevoll und sorgfältig sie die „Samerl“ verpackt hatte, war das für mich wie ein verspätetes Weihnachtsgeschenk.
Seht selbst, wie die so sehnsüchtig erwarteten Samen bei mir ankamen:
In den nächsten Tagen soll das Wetter wieder schlechter bei uns werden und ich werde den Zwangsaufenthalt im Haus dazu nutzen, mit der Aussaat zu beginnen.
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También las semillas pueden viajar ....p.e. desde Viena a
Porque escribo sobre esto? Muy simple, porque una blog-amiga y amante de los tomates de Viena me ha dado una alegría muy grande y me ha dado semilla de la tomatera trepadora “Carnica”. Pero no solo esta variedad hizo este viaje largo, si no también varias semillas mas de su propia cosecha.
En el blog de Margit se describe las variedades probadas por ella muy detalladamente, lo cual es una gran ayuda para los amantes de tomates, especialmente para los principiantes como yo.
El “paquetito” de Margit llego justo el día en el que enterramos a Nina. A pesar de la tristeza el momento de abrirlo me daba una alegría. Al ver con que cariño y cuidado había embalado las semillas, esto era para mí como un regalo tardío de navidad. También me había escrito una agradable tarjeta.
Mirad vosotros mismos como llegaban las semillas ansiosamente esperadas por mi (ver fotos arriba).
Si alguien me hubiera dicho hace un par de años que me pondría tan contenta por unas pocas semillas de tomate, no me lo hubiera creído.
Pero desde que estoy infectada por el virus del tomate (una enfermedad igual de incurable como el virus de la rosas, del cual también sufro), pocas semillas de variedades antiguas o raras ya son un regalo grande para mi.
Ahora espero noticias desde Viena con la confirmación que las semillas que he mandado al viaje desde aquí hayan llegado en buen estado.
En los próximos días parece que el tiempo empeorara y voy a aprovechar para empezar con la siembra.